La tele de tu vida

Dentro de poco me voy de vacaciones, así que casi hasta septiembre actualizaré el blog menos de lo deseado. Os voy a dejar de azotar con la crisis y otras cosas durante un tiempo. Sin embargo, como aun no me he ido, voy a escribir un poquito. Esta vez voy a por la televisión. Y es que estoy harto de escuchar a la gente diciendo que la televisión es una mierda. Que si tal programa es así o cual programa es de otra manera. Señoras y señores, miembros y miembras, si no les gusta la tele ¡PUES NO LA VEAN! Pero claro, el esfuerzo de apagar el televisor es mucho. O, más bien, la gente dice que es una mierda porque esta de moda decirlo. Es más in decir que no se ve la tele que admitir que se ve. O decir que sólo ven las series (americanas, of course), documentales y telediarios. Por supuesto, nadie ve esas patrañas llamadas Gran Hermano, OT, Los Serrano o el Está Pasando. Las audiencias así lo dicen, ¿no? La pregunta es ¿por qué a la gente le cuesta admitir que le gusta la mierda? Porque, desde luego, todos estamos de acuerdo que los realitys o los programas de corazón son más parecidos a un sumidero que a otra cosa, pero sin embargo, a la gente les gusta, sin duda por el morbo que nos produce la caspa y las cosas mal hechas. Es algo intrínseco al género humano. Sino, de qué iba a ver cosas como el Reina Sofía, con algunas obras que parecen producto de un enfermo mental de cuatro años de edad. Pero bueno, no nos desviemos del tema. Lo importante aquí realmente es cuando cada cual empiece a admitir las cosas que les gusta, y que, al fin y al cabo, tenemos la televisión que queremos y merecemos. Ni más ni menos.